Menu
header photo

Project Vision 21

Transforming lives, renewing minds, cocreating the future

Blog Search

Blog Archive

Comments

There are currently no blog comments.

Nuevas áreas de estudio desafían el horizonte del pensamiento

Cada semana, al revisar las noticias más relevantes y al pensar en estos comentarios (que comenzamos hace ya casi siete años), experimento esa indescriptible sensación de haber logrado casi nada y de ni siquiera haber observado atentamente lo que sucede a mi alrededor.

Esa sensación, mezclada con el incumplido anhelo de expandir el horizonte de mis pensamientos, retornó la semana pasada al leer tres historias que parecen tomadas de alguna obra de ciencia ficción, pero que ahora suceden en el mundo real. Las historias hablaban de exopolítica, de astroética y de viajes en el tiempo.

El Instituto de Exopolítica define esta especialidad como “el estudio de las instituciones y los procesos asociados con el contacto con vida extraterrestre inteligente”. Debo confesar que aún tengo mis dudas sobre la presencia de vida inteligente en este planeta, pero me resulta asombroso que ya se otorguen diplomas en exopolítica.

Aunque el tema no es nuevo, cada vez son más las personas de todo el mundo y de todo tipo de ocupación y nivel educativo que le dedican tiempo y esfuerzo a esta materia.

Por su parte, la astroética analiza la posibilidad de que nuestra civilización sea la única en el universo, o por lo menos en este sector del universo, y de que, por eso mismo, nos corresponda a nosotros “sembrar” la vida en otros planetas. Para ello también se requeriría el desarrollo de una ética panbiótica (ética del respeto hacia todas las formas de vida).

Otra vez, el tema no es nuevo. Pero un reciente artículo por el Dr. Michael Noah Mautner, profesor de química y física en la Universidad Rockefeller en Nueva York, ha reavivado el debate sobre el derecho o la responsabilidad que la humanidad tiene de “exportar” vida a otros planetas.

Finalmente, una serie de entrevistas por parte del Dr. David Lewis Anderson (un físico estadounidense) desde diciembre pasado hasta ahora reanimó el tema de los viajes temporales, incluyendo la posibilidad de que ya exista la tecnología para viajar por el tiempo y las consecuencias que tales viajes generarían para nuestra civilización.

Así que mientras la gran mayoría de los habitantes de este planeta nos dedicamos a menesteres diarios y sumamente urgentes (como sobrevivir un día más), algunos privilegiados le dedican grandes horas y sesudos esfuerzos a analizar temas de alcance planetario, galáctico y universal, tanto en su dimensión espacial como temporal.

Pero lejos de quejarme del trabajo de estas mentes privilegiadas, agradezco ese trabajo, por tales pensamientos e ideas nos arrancan del encierro de la vida cotidiana y le dan una nueva dimensión a nuestros problemas. Y nos ponen a pensar.

Por ejemplo, ¿sabremos cómo tratar con seres extraterrestres cuando aún no hemos resuelto los desacuerdos entre nosotros mismos? ¿Cuánto tiempo pasará si sembramos vida en otro planeta antes de que comencemos a controlar y explotar esa vida? ¿Y quién controlará los viajes temporales?

Hay días que siento que mi mente es demasiado pequeña para pensar en temas tan grandes. Y hay días que agradezco que sea así.

Go Back