Menu
header photo

Project Vision 21

Transforming lives, renewing minds, cocreating the future

Blog Search

Blog Archive

Comments

There are currently no blog comments.

Cómo quererse a uno mismo y creer en uno mismo para ser feliz

Francisco Miraval

Esta semana se celebra el Día de San Valentín o día de los enamorados, otro de esos “días” tan comercializados que hasta las tiendas de repuestos para carros tienen ofertas especiales. Sea como fuere, me llamó poderosamente la atención un reciente artículo sobre “17 maneras” de encontrar la felicidad en el “día del amor”.

La autora del artículo, una conocida psicoterapeuta, comienza su artículo indicando que el Día de San Valentín es otro de esos momentos para recordar que lo mejor de la vida es el AMOR (así lo escribe ella, todo con mayúsculas). Pero, para mi sorpresa, el artículo no habla del amor hacia otras personas (cónyuge, novio/novia, pareja, amigos), sino del amor hacia uno mismo.

Según esta experta, la mejor manera de celebrar el Día de San Valentín (y, agrego yo, probablemente cualquier otro día) es “recordarse a uno mismo cuán especial uno es”. Y luego agrega que “Dios te ha creado perfecto. Disfruta quién eres.”

Por las dudas que las cinco primeras maneras egoístas de encontrar la felicidad en el Día de San Valentín no hubiesen quedado claras, la manera número 6 dice “Demuestra el amor por ti mismo primero. Haz algo especial para ti”.

Aunque nada se sabe con certeza del San Valentín de la historia, excepto su nombre, queda claro que el Valentín incluido entre los mártires de la Iglesia Católica difícilmente enseñó a amarse a uno mismo primero o que los seres humanos ya somos perfectos, ya que esas enseñanzas contradicen las enseñanzas tradicionales de la iglesia.

¿Cómo, entonces, se pasó de un día (sea cuando fuere que el Día de San Valentín haya empezado) en la que se celebraba al otro y en todo caso a mi relación con el otro a un día en el que yo me celebro a mí mismo y a mi perfección, un día en el que yo me demuestro cuánto me quiero y cuán perfecto soy, y que, al hacerlo, encuentro la felicidad?

Estaba preguntándome precisamente eso cuando recibí un mensaje de una importante organización cristiana que, junto con dos estaciones de radio también cristianas, esta semana, por el Día de San Valentín, inician una campaña llamada “Cree en ti mismo” para promover la idea que si uno se dedica a algo con pasión y dando lo mejor que uno tiene, uno alcanzará el éxito.

Recibir dos veces en la misma semana dos invitaciones a quererme a mí mismo y a creer en mí, a considerare perfecto y a saber que puedo lograr todas mis metas si sólo me propongo hacerlo, me llevó a pensar cuánto han cambiado las prioridades de nuestra vida, que ya no son dar la vida (real o figurativamente) por otros ni buscar una trascendencia o transformación espiritual.

No propongo, obviamente, que nos despreciemos a nosotros mismos ni que nos olvidemos de nosotros mismos. Pero creer que ya somos criaturas perfectas y que la felicidad se encuentra en la continua autoadoración es llegar a un nivel demasiado individualista y narcisista para mi gusto.

Go Back