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¿Cuánto habría que pagarles a los pensadores por pensar y enseñar?

Francisco Miraval

Recientemente leí un libro de historia de la filosofía escrito por Robert Davidson y allí me encontré con un dato interesante que hasta ese momento yo desconocía y que, a decir verdad, ni siquiera se me había ocurrido preguntarme: cuánto le pagaban por clases y por curso a los profesores de filosofía y humanidades en la Grecia antigua, hace 2500 años.

Según Davidson (en valores equivalentes a los de 2014), aquellos profesores, conocidos como sofistas, recibían un salario cercano a los 10.000 dólares por clases o casi 100.000 dólares por curso.

En la actualidad, los mejores profesores de filosofía en las mejores universidades reciben un salario anual promedio de unos 100.000 dólares, mientras que la mayoría de los profesores de esta especialidad perciben ingresos anuales de entre 20.000 a 40.000 dólares.

En otras palabras, parece que los profesores de la Grecia antigua ganaban por curso lo que sus mejores contrapartes en la actualidad ganan por año.

No sé cuántas semanas por año trabajaban los profesores antiguos, pero asumamos que dictaban clases durante 40 semanas (tiempo suficiente para 20 cursos, según los datos de Davidson) y el resto del tiempo lo dedicaban a viajar. Si enseñaban 20 cursos al año, entonces sus ingresos llegaban a los dos millones de dólares anuales.

Dicho de otro modo, los profesores antiguos ganaban en dos a cuatro días de trabajo lo que la mayoría de los profesores modernos ganan en todo un año. Y los antiguos posiblemente ganaban por año lo que ahora significaría 20 años de trabajo para los mejores profesores de filosofía en la actualidad.

(Una aclaración: En la Grecia antigua, como en nuestra época actual, los mejores atletas también eran adecuadamente recompensados, en algunos casos con salarios y beneficios de por vida. Pero esa es otra historia.)

Me pregunto cuán distinta sería la educación en nuestros tiempos si a los profesores actuales se les pagasen salarios equivalentes a los que recibían sus antepasados en la Grecia clásica. Obviamente, una comparación exacta entre aquella época y la nuestra es imposible ya que en los últimos dos milenios y medio muchos cambios han ocurrido.  Pero el punto en cuestión queda claro.

Pero la desvalorización del trabajo de los profesores (especialmente a nivel universitario) no se detecta sólo al comparar el pasado con el presente, sino al comparar el presente con el presente. Por ejemplo, de promedio, el salario de los asistentes administrativos de las universidades en las que enseñan los profesores es el doble que el de los profesores. Y el personal jerárquico gana de cinco a diez veces más que los profesores.

En una época de rápida transformación como la nuestra, en la ciencia ficción ya es realidad (ciberorganismos, vida inteligente extraterrestre, transhumanismo, fin de la religión), pensar parece más necesario que nunca. Sin embargo, parece más desvalorizado que nunca.

Un estudio publicado por el Dr. Gerald Cabtree en enero de 2013 afirma que las personas de la Grecia antigua eran notablemente más inteligentes que nosotros. Quizá por eso respetaban a sus pensadores.

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